LLega la recta final del verano, faltan pocos días para volver a las clases, y ya no sabemos que más hacer con los niños. Aquí va una idea deliciosa que va a gustar tanto a mayores como pequeños.
Lo bueno de estas galletas es que apenas se necesitan ingredientes. Lo único que deberemos tener en casa son algunos moldes para hacer diferentes figuras. Si no tenemos, se pueden hacer los moldes con cartulinas. Para ello necesitamos lo siguiente:
- 1 taza (2 barras) de mantequilla a temperatura ambiente
- 1/2 taza de azúcar glas (azúcar impalpable)
- 2 tazas de harina de trigo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- Una pizca de sal
Dejemos que los niños ayuden al realizar las galletas, no importa que se ensucien o que prueben los alimentos, (dependiendo de la edad, claro).
El procedimiento es muy fácil:
- En un tazón grande, bate la mantequilla con una batidora eléctrica o una espátula hasta que esté suave y cremosa.
- Agrega el azúcar glas y continúa batiendo hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa.
- Si estás usando esencia de vainilla, agrégala y mezcla hasta que esté bien incorporada.
- Agrega la harina, quedará mejor si tamizamos la harina, es decir la pasamos por un colador o por un tamizador.
5. Añadimos la pizca de sal a la mezcla de mantequilla y mezcla a baja velocidad o con una espátula hasta que se forme una masa uniforme. No mezcles en exceso, solo lo suficiente para que los ingredientes se combinen.
6. Precalienta el horno a 180°C
7. Una vez tengamos la masa uniforme, la amasamos dejando una capa igual y con los moldes de galleta haremos diferentes figuras y las añadimos en la bandeja para horno con papel vegetal.
8. Podremos añadir diferentes hornamentaciones como fideos de color, virutas de chocolate, azúcar moreno, almendra molida, o bolitas de anís, coco rallado etc.
9. Hornea las galletas en el horno precalentado durante aproximadamente 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
10. Retira las galletas del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
11. Una vez que las galletas estén completamente frías, ¡estarán listas para disfrutar!
Los beneficios más importantes de cocinar con niños es que les brinda la oportunidad de aprender habilidades prácticas y útiles. Aprenden a medir ingredientes, seguir instrucciones, usar utensilios de cocina y comprender conceptos matemáticos y científicos simples, como las proporciones. También mejoran las habilidades motoras finas y gruesas de los niños. También fomenta su sentido de autonomía y autoconfianza.
Los niños pueden experimentar con diferentes ingredientes, sabores y presentaciones, lo que les permite desarrollar su creatividad y experimentar con combinaciones únicas.
Y lo más importante de todo es pasar tiempo de calidad con los pequeños de la casa.