Para este juego, se puede desarrollar tanto en el exterior como en el interior. Es un juego indicado para niños de tres años, aunque también pueden niños más mayores. Para el material solo se necesita el propio cuerpo. Se desarrolla la psicomotricidad finay el sentido del tacto y la percepción de la piel. La dinámica del juego es la siguiente, se coloca un niño tapandose los ojos, puede ser con sus propias manos o con las de un adulto, los demás jugadores deben tocar la espalda del niño con algún dedo o más. El niño debe adivinar cuántos dedos tiene tocando su espalda.