A las puertas de la Navidad, antes de que finalice el primer trimestre escolar, en casi todos los colegios se están preparando eventos como conciertos, cantatas, actividades musicales, etc. Los niños ya se han aprendido sus diálogos, las canciones y han trabajado en los decorados que van a utilizar. Tienen la ropa lista y están a punto de salir al escenario, todos nerviosos para que salga todo bien. Pero hay algo que les pone aún más ansiosos: ver a sus padres entre la multitud de asistentes. Ellos saben que, con cámaras y móviles en mano, estarán allí para grabar el momento. Ese instante mágico de abrir las cortinas y ver a sus padres en el público, pudiendo saludarlos de manera disimulada, es un gran momento para ellos.
Todos los adultos llevamos una vida ajetreada, llena de reuniones, trabajo y más reuniones. No siempre tenemos la flexibilidad horaria que quisiéramos, ya sea por las circunstancias, el tipo de trabajo o por diversas razones. A veces, es difícil compaginar el trabajo con estos eventos escolares. Si no es posible asistir, una alternativa puede ser pedir a los abuelos que vayan. De este modo, los niños podrán encontrar una cara conocida en la audiencia, lo que también les da seguridad. Es cierto que los niños son muy resilientes y, aunque sus padres no puedan estar presentes, seguirán adelante sin mayores problemas.
Pero, si es posible asistir a estos eventos escolares, para los niños será muy positivo:
1. Fomenta un sentido de apoyo y seguridad emocional
Cuando los niños ven a sus padres en el público, observando su esfuerzo y su talento, se sienten apoyados y respaldados. Saber que sus padres valoran su trabajo en un escenario, ya sea en una actuación o en un concierto, refuerza su confianza y les da seguridad emocional. Este apoyo tiene un impacto positivo en su autoestima, pues sienten que sus padres están involucrados activamente en su vida escolar.
2. Refuerza el valor de la cultura y el arte
Al asistir a estos eventos, los padres envían un mensaje claro: el arte, la cultura y la creatividad son valiosos. Este gesto de apoyo demuestra a los niños que lo que hacen en el escenario tiene relevancia y que su esfuerzo en actividades artísticas es tan importante como cualquier otra disciplina. Cuando los padres asisten, enseñan a sus hijos a apreciar las artes y a comprender su valor, no solo como entretenimiento, sino como una forma legítima de expresión y aprendizaje.
3. Crea momentos de unión familiar
Los conciertos y las obras de teatro escolares ofrecen una excelente oportunidad para que toda la familia se reúna y comparta una experiencia significativa. La presencia de los padres en estos eventos fortalece el vínculo familiar, creando recuerdos positivos y un sentido de pertenencia. Los niños que ven a sus padres involucrados en estas actividades suelen sentirse más conectados con ellos y con su entorno escolar, lo que fomenta una relación más cercana y afectiva.
4. Establece un modelo de comportamiento
Cuando los niños ven que sus padres valoran y apoyan sus actividades escolares, aprenden a valorar su propio trabajo y el esfuerzo que ponen en sus estudios. Este tipo de involucramiento de los padres también establece un modelo de comportamiento para ellos: si sus padres consideran importante asistir y participar, los niños tienden a replicar esa actitud en sus propias interacciones con la escuela, en actividades extracurriculares y en otros aspectos de su vida. Los niños tienden a imitar los comportamientos y valores de sus padres, por lo que el simple acto de asistir a estos eventos es una lección de apoyo y dedicación.
5. Refuerza la importancia de la participación activa en la vida escolar
La presencia de los padres en eventos escolares también les enseña a los niños la importancia de participar activamente en su vida escolar y en la comunidad. Los niños aprenden a través del ejemplo que la educación y las actividades extracurriculares son parte fundamental de su crecimiento, y que su participación activa puede ser recompensada no solo con elogios, sino también con la atención y el interés de quienes los rodean.
6. Contribuye al bienestar general del niño
Los niños que ven que sus padres están involucrados en su vida escolar tienden a sentirse más seguros y emocionalmente equilibrados. Su bienestar no solo depende de su rendimiento académico, sino también de la conexión emocional con sus padres y el entorno escolar. Al ver el apoyo de sus progenitores, los niños pueden sentirse más motivados y menos ansiosos, lo que tiene un impacto positivo en su rendimiento en diversas áreas de la vida.
7. Fortalece la relación entre escuela y familia
La asistencia de los padres a los conciertos y teatros escolares también es una forma de reforzar la relación entre la escuela y la familia. Estos eventos ofrecen una oportunidad para que los padres se conecten con los maestros y otros padres, creando una red de apoyo que beneficia a los niños. Esta colaboración refuerza el sentido de comunidad, mostrando que tanto padres como maestros están comprometidos con el bienestar y el desarrollo de los estudiantes.
No nos sintamos culpables por no poder asistir. Es importante verbalizar con nuestros hijos la razón por la que no podemos ir y, si es posible, hablar después de la obra, preguntándoles cómo les fue. Pedir a otros padres que filmen el evento y luego ver el video junto a nuestro hijo puede ser una excelente forma de crear empatía y fortalecer la relación. Este tipo de interacciones también promueve un vínculo más fuerte, mostrando que, aunque no estemos físicamente presentes, nos importa lo que están viviendo. Además, podemos pedirles que nos compartan su guion o que nos canten las canciones en casa. Hay mil formas de estar conectados con nuestros hijos, y todas ellas ayudan a construir un lazo emocional sólido.
