Las madres inmortales es lo que la mayoría de las personas desearían. Hay un momento en la vida, dónde tus hij@s preguntan sin van a vivir para siempre, o cuándo van a morir. Es un tema trágico y muy delicado. Tenemos que afrontar este tema de la mejor manera que podamos sin intentar mentir. Claro está que dependiendo de la edad les podremos explicar más o menos. Cada una de las madres podrá intentar exponer de alguna forma de que en este mundo estamos por un tiempo, y que después pasamos a otra vida, o a otro mundo, o al cielo etc. Pero está claro que es un tema muy difícil, y para ellos se les hace muy complicado entender que un dia no estarán. El amor siempre estará, es lo más fuerte que hay y aunque algún dia no esté, siempre estará en el corazón del hijo o hija. Realmente es así, aunque no reconforta mucho. También decir, las madres siempre estarán hasta que dejen de necesitarlas. Aunque a veces eso en la vida real no ocurre. Incluso los adultos seguimos necesitando de las madres. Ese cobijo de amor, dónde no hay dolor, dónde todas las tormentas se alejan. Ir a casa de los padres, es como un refugio, dónde hay calma y una paz total (en la mayoría de los casos). Por lo tanto, si a un adulto le teme a la asuencia de su madre, es aún peor en la edad infantil dónde aún son seres que necesitan de los progenitores casi al 100%. Abrazarse, darse todo el amor y aprovechar el máximo del tiempo para que así puedan sentirse queridos y que no tengan ese temor, y cuando vuelvan a preguntar, seguir dando amor e intentar tener la delicadeza de explicarles este tema tan complejo. Ojalá las madres fueran inmortales.